Bolas contra incendios

Aunque ya existen desde hace tiempo en el mercado, las bolas contra incendios son un producto bastante desconocido.

¿Cómo funcionan las bolas contra incendios?

Se trata de una bola de un tamaño menor al de un balón de fútbol que en su interior contiene productos químicos en polvo similares a los que contienen los extintores convencionales. La ventaja que presentan las bolas contra incendios es que su activación es automática cuando entra en contacto con el fuego, entre 3 y 10 segundos después, con lo que la bola libera sus componentes extintores.

¿Son la alternativa a los extintores?

La respuesta es NO. Aunque en principio su funcionamiento pueda hacernos creer que es una alternativa a los extintores, lo cierto es que las bolas contra incendios son un producto sin homologar por la Unión Europea, que se fabrica en algunos países asiáticos y que no cuentan con ninguna garantía de seguridad.

Cuando se produce un incendio es fundamental actuar con rapidez. Los extintores convencionales hay que saber usarlos y aplicarlos durante más de 16 segundos sobre la base de las llamas, por lo que en principio esta bola contra incendios parece una solución ideal. Se lanza contra las llamas y automáticamente expulsa el polvo al entrar en contacto con el fuego e incluso puede activarse si se produce un incendio en nuestra casa si nosotros no estamos.

Lo cierto es que a pesar de sus aparentes ventajas, tiene una serie de riesgos. Las bolas contra incendios explotan al entrar en contacto con las llamas, por lo que puede desprender artefactos al estallar que impacten contra las personas. Además a pesar de lo que se indica en su ficha técnica, NO es apropiada para fuegos de tipo B en los que haya líquidos combustibles, ya que pueden desprenderse líquidos a alta temperatura al estallar la bola.

Desde Grupo Prointex os recomendamos que confiéis en empresas autorizadas, que fabriquen y mantengan sus productos conforme a las normas de calidad europeas con certificados de calidad como los de Aenor o como en el caso de Grupo Prointex, Applus.